“Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje”. Aldous Huxley
La neuropolítica estudia los procesos de la toma de decisiones y las condiciones que median en el comportamiento de los electores en sus dimensiones emocionales más profundas. El neuromarketing político en cambio analiza como conectar emocionalmente con el elector para obtener su voto.
Cada vez es mayor el desencanto, la desconfianza y desprecio de los votantes hacia los candidatos a puestos de política. Lo que ha generado un desgaste de los votantes y hacerlos participar en elecciones es cada vez más difícil.
Las neurociencias y el marketing político han entrado en el mundo de la política, y su incursión implica tanto oportunidades como riesgos. Pues han proliferado empresas que se dedican a ofrecer servicios orientados a la optimización de la comunicación a organizaciones políticas. Los comunicadores de estas empresas políticas en su intento por vender a su candidato tratarán de hacerlo parecer lo más inocente y bueno posible. Escondiendo de esa manera sus verdaderas intenciones.
¿Como lo hacen?
Identificando patrones específicos e inconscientes de comportamientos, que les permiten predecir la tendencia de las decisiones de los votantes. Esto supondría una amenaza para el colectivo pues esas predicciones ponen en bandeja de plata un control sin limites de poder sobre los políticos.
Mucho se ha debatido sobre los medios tecnológicos que utilizó Donald Trump en su campaña electoral y de cómo logró arrasar en número de votos a sus opositores. Puesto que Donald Trump logró despertar emociones e hizo conexión emocional profunda con sus votantes. Trump sencillamente dijo a sus votantes lo que ellos querían escuchar, valiéndose de estas herramientas tecnológicas.
Los comunicadores pueden desarrollar un producto a medida para influenciar de manera directa en las consciencias de los votantes sin que estos se enteren. Por este motivo debemos estar despiertos en este sentido; pues hay políticos que una vez electos ponen en marcha planes perversos a tal punto que trastornan la conciencia política, social, moral, y electoral del votante. Y ese es el caso en el que nos encontramos ahora. Nuestro futuro dependerá de que tan conscientes estemos en la toma de decisiones.
¿Cómo podemos ayudarnos a tomar mejores decisiones electorales?
Supón que estas dudando entre la abstención o votar en las próximas elecciones. Oriéntate hacia la toma de consciencia de los parámetros en los cuales no has caído para ayudarte a decidir.
Hazte preguntas tal investigador. Antes de aventurarte hacia el puesto de votaciones podrías hacerte las siguientes cuestiones.
– ¿Repercutirán mis decisiones en la colectividad a la que pertenezco? Si/No
– ¿De qué manera repercutirá al colectivo al que pertenezco mi decisión de abstención política en una escala de 0 al 10 en estas elecciones próximas? 0=repercusión nula, 10=alta repercusión.
Si en otro ejemplo mi decisión está muy clara, votaré por un partido en concreto, entonces podemos preguntar:
– ¿Tengo los suficientes conocimientos como para saber de qué manera las decisiones de este partido impactaran políticamente en la colectividad? Si/No
– ¿He tomado esta decisión porque estoy manipulado de alguna manera? Si/No
– ¿Tengo en mis manos toda la información que me ayudara a tomar una decisión acertada? Si/No.
Y si tuviera dudas entre votar por mi partido de siempre y otros partidos en escena política, entonces se pueden plantear las siguientes cuestiones:
– ¿Qué partido debería ganar para equilibrar las fuerzas políticas del estado en estas elecciones? X/Y/Z.
– ¿En qué porcentaje el partido contrario podría generar un equilibrio estratégico políticamente hablando para todos si votase por él? En una escala del 0 al 10.
– ¿En caso de ganar este partido cuál es su nivel de corruptibilidad?
– ¿En qué porcentaje este partido cumplirá las promesas electorales prometidas en campaña? Del 0 al 10.
– ¿Cuál es el nivel de libertad con la que cuenta este partido para llevar a cabo sus promesas? Del 0 al 10
– ¿Qué nivel de corrupción real existe en este partido en estos momentos?
– ¿Cuál es el nivel de integridad de los líderes del partido al que votaré?
Si concluyendo tu investigación optas por la abstención ya que no te sientes representado, entonces haz un cuestionario de cómo puedes contrarrestar tu ausencia en las decisiones políticas de tu comunidad y/o de tu país.
¿Participar o no participar? pareciera ser lo que cuenta, pero se trata de que nos hagamos conscientes y que cada uno asuma y se responsabilice de la parte que le toca. Para contribuir al mayor bien de todos en este planeta, pues es responsabilidad de todos.