Dedicado al Maestro del Alto Consejo Jedi Carlos Tovar Velázquez, poderoso usuario de la fuerza. Deseando la pronta recuperación de su salud.
¡La fuerza está contigo!
En la galaxia muy, muy lejana de Star Wars, mientras los caballeros Jedi se encuentran en diversas campañas y, otros más caen en el lado oscuro de la fuerza, podemos notar la gran actividad Política en ese ficticio Estado Galáctico, cosa que ocurre principalmente en las precuelas —episodios I al III—.
Este fenómeno es intenso en la saga hasta el ascenso del señor de los Sith Darth Sidious, conocido en su faceta política como Sheev Palpatine, a quien en el episocio I se le hace una primera mención como Senador por el planeta de Naboo y, posteriormente, asume el cargo como Supremo Canciller, cargo sobre el cual se entiende es depositario de un Poder Ejecutivo, siendo Jefe de Estado y Jefe del Gobierno galáctico.
Analizando la composición del Estado Galáctico, podemos asumir que antes del Imperio era un Estado Federal con forma de Gobierno Republicana y Parlamentaria, con un territorio que abarcaba una galaxia entera y que tenía su capital en el planeta Coruscant. El Federalismo lo asumimos por la autonomía que tenían los distintos sistemas planetarios en cuánto a su régimen interno.
Como ya mencionábamos, el Poder o función ejecutiva se deposita en el Supremo Canciller, el cual, al responder a un modelo parlamentario es elegido y removido por el Senado Galáctico; pues en el episodio I vemos como el Canciller Valorum es reemplazado por Sheev Palpatine por decisión de este órgano colegiado.
El Poder o función legislativa recae únicamente sobre el Senado Galáctico, pues en las películas no se menciona otra cámara legislativa que dé pie a la idea de un parlamento no unicameral.
Por su lado, el Poder Judicial o función jurisdiccional, creemos que recae sobre algún tipo de Corte Suprema y Cortes inferiores con actividad periódica, esa impresión surge del diálogo del episodio III en el que el Maestro Jedi Mace Windu está por asesinar a Sheev Palpatine, previo a la traición de Anakin Skywalker. Creemos que el Poder Judicial Galáctico no será muy diferente al modelo de Poder Judicial de los Estados Unidos de América, con una Corte Suprema y Cortes Distritales y de Circuito.
Cabe señalar la importancia del movimiento separatista de la “Federación de Comercio” y sus torpes droides, liderada por el Conde Dooku, antiguo maestro Jedi y después Sith bajo el nombre de Darth Tyranus, quien se encontraba bajo mando de Palpatine. El plan, era un movimiento insurgente bélico que causara miedo entre la población, la orden Jedi y el Senado; justificándose así la concesión de poderes de emergencia al Canciller —similar a las dictaduras Romanas, como la que fue decretada por el Senado Romano para hacer frente a Aníbal Barca— y encargar la creación de un ejército que no dependiera de la orden Jedi —siendo este ejército el de los clones—.
El ejército de Clones estaría programado en la personalidad de sus integrantes para que obedecieran única y exclusivamente a Palpatine, de manera similar a como un Dictador del siglo XX buscaba la lealtad ciega y absoluta de su ejército. De esta manera, Palpatine haría acatar sin cuestionamientos éticos o de otra índole la orden 66, que daría paso a la Purga Jedi.
Tras el fallido intento de asesinar a Palpatine por parte del Jedi Mace Windu; el primero, con su desfigurado rostro, acudiría al Senado Galáctico donde acusa a la orden Jedi de orquestar un golpe de Estado en su contra, excusa para hacer uso de sus poderes de emergencia y autoproclamarse Emperador al estilo del principado Romano. Este Senado —ahora imperial— subsiste hasta la Batalla de Yavin en el episodio IV, pues en un diálogo del Gran Moff Tarkin, en ese episodio, se da a conocer que el Senado había sido disuelto por el Emperador, clara referencia al periodo del Dominato o Imperio absoluto Romano.
Por la manera de actuar del parlamento y la facilidad de su disolución, podemos imaginar que en el ámbito Constitucional el Estado Galáctico contaba con una Constitución no escrita y carente de rigidez, además de pocos o ineficientes instrumentos de Control Político-Constitucional que pudieran hacer frente al ejercicio abusivo del Poder.
Es evidente que, al carecer de instrumentos limitadores del poder, los poderes de emergencia concedidos a Sheev Palpatine eran por tiempo indefinido; es decir, que los poderes cesarían hasta que él renunciara a ellos, esto al no existir un límite marcado por el Senado dado el temor causado por la violencia del movimiento separatista, ni alguno establecido en el ordenamiento jurídico. Bajo ese contexto, Palpatine pudo asumir poderes de emergencia para nunca dejarlos, y así, autoproclamarse Emperador; siendo la única forma de derrocarlo mediante el uso de la violencia, motivo por el cuál los inconformes —como el Senador Bail Organa— fundarían la Alianza Rebelde e iniciarían una Guerra Civil.