La política actual se encuentra cada vez más polarizada, los gobiernos establecen mayores restricciones a nuestras libertades para proteger la salud pública, la crispación aumenta cada día, los casos de corrupción se hacen muy visibles, se produce un gran hartazgo en la ciudadanía y, en definitiva, una crisis de la política en general.
Pero la política, la gestión del poder, no solo se produce en los grandes en los Estados y en los gobiernos. La política engloba, en realidad, toda relación de poder, ya sea entre dos Estados miembros de la Unión Europea o en una familia de clase obrera, ya sea en el ayuntamiento de la capital de un Estado o en una clase de una Universidad.
Entendemos que haya gente que no comparta nuestra amplia visión de la política, pero para analizarla, es necesaria conceptualizarla de la forma más amplia posible, teniendo en cuenta que hasta establecer el precio del billete del autobús o del metro que coges cada mañana es una decisión política. O incluso decidir la hora concreta en la que una familia tira la basura, repercute en el resto del barrio y de la propia ciudad, llegando en no pocas ocasiones a regularlo para evitar la insalubridad.
No es menos cierto que, para que una empresa, cualquiera que sea su tamaño, alcance los legítimos objetivos de obtener beneficios, bien propios en una sociedad capitalista o bien generales en una economía planificada, necesita establecer una jerarquía, formas organizativas, gestionar adecuadamente sus recursos humanos, negociar con los sindicatos en connivencia con su patronal, o tener una cultura de empresa determinada, siendo para eso esencial la política empresarial.
Por todo ello, y teniendo en cuenta que, en los úliimos años, se han venido produciendo situaciones insólitas hasta ahora (pandemias, estados excepcionales, golpes de Estado, mociones de censura o impeachment, bruscos cambios de gobierno, graves altercados civiles en sitios donde hasta hace poco no se producían…), los politólogos somos más necesarios que nunca.
Y precisamente para unir a todos los politólogos y profesionales afines en una plataforma mediática común, donde exponer libremente sus análisis, estudios y opiniones científicas, nació hace hoy justo un año, Somos Politólogos.
Los últimos meses, por motivos profesionales de quienes gestionamos esta revista digital, hemos tenido que poner el freno y repostar este vehículo, pero solo para arrancarlo con más fuerza y velocidad que nunca el próximo curso. En agosto, coincidiendo con nuestro primer año de vida, arrancamos motores de nuevo, aceleramos, para quitar en septiembre el freno de mano y ofrecer a todos los politólogos del mundo un proyecto renacido como un ave fénix.
Seguiremos con la web, con la edición de nuestra revista en formato PDF, y con nuestros programas de YouTube, que vendrán con novedades que estamos preparando. Además, os adelantamos que estamos en negociaciones con importantes instituciones públicas y privadas del ámbito de la politología, y con otras plataformas digitales para continuar ofreciendo este importante servicio de interés general a la comunidad científica política.
En este número especial, hemos recopilado los artículos más vistos y recordados de nuestro primer año de existencia, para que no nos olvidemos de dónde venimos y todo lo que hemos hecho.
Aunque no nos veáis, no paramos. A veces hay que repostar gasolina para hacer un gran viaje: el viaje hacia el conocimiento. Os esperamos. Subiros.