¿Y ahora qué? ¿Quién eres?
Suelen ser preguntas que giran en nuestra cabeza, tras un sin número de situaciones que nos llevan a replantearnos el ¿porqué de la vida?
Luego de un traumatismo craneoencefálico, pueden surgir un sinnúmero de interrogantes en el paciente y en su familia. ¿Quién cuidara de él? Se pregunta una joven esposa de 24 años tras recibir la noticia de que su pareja, presenta hemiplejia: (trastorno en el que la mitad contra lateral del cuerpo está paralizada), alteraciones del comportamiento, atención, memoria y lenguaje.
Parece que todos los planes y sueños en común se han ido por la borda, la joven mujer se pregunta «luego de cuidar de él, ¿Quién cuidara de mí?» Juzgue usted si esto es algo sencillo de responder; como profesionales de la salud, nos enfrentamos a un dilema complejo, que requiere un abordaje multidisciplinario e integral, en el que se plantee el papel de la familia (padres, o pareja e hijos): personas emocionalmente vulnerables, que necesitan ayuda y guía.
En fin, nuestro propósito es: velar por la rehabilitación, la readecuación de las expectativas y la reinserción de los pacientes en la dinámica familiar y social. Labor que NO ha de ser posible si NO existen, o no funcionan los entes gubernamentales encargados de regular y garantizar los fondos, la tecnología, y las investigaciones que generen tratamientos innovadores que tengan como resultado mayores oportunidades de recuperación para los pacientes.
Honduras, un país ubicado en centro América, rico en: naturaleza, cultura, gastronomía, hospitalidad y nobleza; que busca fervientemente la transparencia en la inyección económica de su sistema de salud; «Sí» así como un niño que busca la fervientemente la vida a través del pecho de su madre.
Años de actos de corrupción, han tenido como resultado un sin número de pérdidas humanas. Hoy como Neurorehabilitador me pregunto ¿Qué será de nuestra generación jóvenes (hombres y mujeres) que sueñan, luchan y lloran? parece que encuentran poca voluntad, aceptación o apoyo dentro del territorio nacional; el resultado, una fuga masiva de cerebros, que tarde o temprano, conllevará al decremento de la nación, pero ¿Son ellos culpables por anhelar una mejor vida?, ¿Son culpables de querer alcanzar la felicidad? con toda propiedad puedo decirle señor lector que esto no es así; cada hondureño anhela el calor de su hogar, el amor de su familia, y busca el desarrollo de su nación; Anhelo que llegue el día en que Honduras se convierta en una tierra donde: se alcancen los sueños y no se almacenen títulos.
Anhelo el día que mi país (Honduras), cuente con Hospitales, centros de neurorrehabilitación altamente especializados, integrados por equipos multidisciplinarios que puedan ofrecer:
Servicios de:
• Neurología
• Medicina física y rehabilitación
• Psiquiatría
• Neuropsicología
• Logopedia
• Cirugía plástica
• Traumatología
• Psicología clínica
• Terapia ocupacional
Conclusión:
Los sueños siguen siendo sueños si no los llevas a la acción; el que hayamos tropezado no implica que debamos acostumbrarnos a permanecer el suelo al contrario; Implica que estamos aprendiendo a levantarnos, a renovarnos y ha hacer frente a la vida; esto es la esencia del desarrollo personal y profesional.
Escrito por: Ever Josué Alvarenga Ávila
Neurorehabilitador, titulado en Universidad Autónoma de Barcelona. nacido en Tegucigalpa, Honduras. Con experiencia en: Atención hospitalaria, coordinación de proyectos sociales, voluntariados, capacitaciones y brigadas.