Vivimos en tiempos de inmediatez y la inmediatez es siempre enemiga de la reflexión.
En el Occidente de 2020 se requieren respuestas rápidas para preguntas complejas, se requieren soluciones sencillas a problemas extraordinariamente densos.
Para entendernos, se requiere de un tweet para resumir las dilatadas argumentaciones de una interesante sobremesa. Pero el problema es que siempre suelen ser explicaciones falsas fruto de razonamientos pobres y, claro, así nos va.
En un famoso dibujo de El roto aparecía un señor apuntando con el dedo a imitación del ya famoso cartel norteamericano I want you, en el que decía “historiador tu patria te necesita”. Siempre me conmovió dicho cartel y rápidamente fui entendiendo que, como muchos de sus dibujos, estaba cargado de verdad.
La política necesita de los historiadores, se necesita que se encuentren argumentos en la historia que legitimen las posiciones políticas, esto ha sido así siempre, el relato legitima la actualidad y para ello se oculta, tergiversa o se engrandece algunos aspectos del pasado y no otros según la conveniencia de cada cual. Ya saben ustedes, quien paga manda.
Parece llamativo, pero el tema de la Conquista y el descubrimiento de América está más candente que nunca. Más de 500 años después de la llegada de Colón al Caribe se están derribando estatuas conmemorativas de la presencia española en el continente americano. O mejor dicho, de la construcción de España en dicho continente, en ambos hemisferios, como bien señala la constitución española de 1812. En este afán por revisitar el descubrimiento de la manera más maniquea posible desde la historia de América se ha reabierto un debate que realmente nunca se cerró. ¿Quién descubrió América? Y yo, ¿Por qué no? voy a intentar cerrar para siempre.
Por norma general siempre se le ha dado a Colón dicha potestad (descubridor de América) al ser, supuestamente, el primero que llegó a estas tierras. Pero otros hacen de menos la expedición del genovés argumentando que los vikingos ya llegaron a tierras americanas y que por tanto fueron ellos los descubridores.
No se queda ahí el debate, sino que algunos argumentan, basados en restos arqueológicos de lo más dudables (cuando no abiertamente falsos) que ya los fenicios llegaron a las costas americanas, seguramente a la zona de Brasil. Otros se basan en la presencia de denarios romanos para argumentar que fueron estos quiénes descubrieron América, aunque lamentablemente estas rutas, debido a su complejidad, dejaron de quedar expeditas rápidamente. ¿O fueron los griegos?, ¿Por qué no iban a ser las fértiles tierras americanas aquella espléndida Atlantis en la que creían los antiguos atravesando las columnas de Hércules? Todas estas teorías de lo más variopintas junto con algunas sublimes como la de la Duquesa de Medina Sidonia, Isabel Álvarez de Toledo, que recoge Juan Eslava Galán por la cual los castellanos y portuguesas habrían llegado ya a América al menos desde 1436 según sus propios archivos privados revolotean en el ambiente pseudohistórico.
También en los propios escritos de la época se da verosimilitud a la llegada a América previa a Colón por el nada fiable Padre de las Casas. En fin, como vemos teorías hay para varias charlas de sobremesa y si la tarde se alarga algunos recurrirán a la presencia alienígena en América, líneas de Nazca y demás. De verdad, no recurran al canal Historia.
Por último hay un cierto indigenismo presente en la actualidad en distintas formas que dice que por su puesto América no la descubrió nadie que ya había ahí habitantes y que si alguien merece el título de descubridor del continente son los propios nativos americanos. ¡Pues claro!
A estas alturas el lector se habrá dado cuenta de que en el tema del descubrimiento de América se mueven muchas más cosas y no sólo el interés histórico del hecho de la llegada misma, si no el planteamiento político que se pueda aprovechar de las raíces pseudohistóricas. Les recuerdo: Historiador, tu patria te necesita.
Pero lamento tener que aguar la fiesta, pues nada importa quién llegó primero al continente, quién entabló la primera palabra con los indígenas o quién fue el primer homínido que cruzó el estrecho de Bering.
La realidad es que el descubrimiento de América no tiene nada que ver con esto, es la plasmación práctica y fidedigna del continente americano en un mapamundi. Ese y no otro es el punto exacto en el que América queda descubierta para siempre. Entender la exactitud del continente americano, su posición en el mundo. Eso es el descubrimiento de América y, evidentemente, en ese sentido no fue Colón quién descubrió América, ni mucho menos los Vikingos que apenas conocían su propio continente, ni los pobres indios taínos con los que se topó Colón que se encontraban en un grado de desarrollo prehistórico.
Así pues, coincidiendo con los planteamientos del profesor Pedro Insua defiendo que el descubrimiento de América fue una gesta únicamente española, aunque no colombina. Es decir, es el estudio y comprensión del continente americano y su plasmación cartográfica la que de verdad responde a la pregunta de quién descubrió América. Y como pasa con todo en esta vida la respuesta no cabe en un tweet, si no que es un proceso denso y complejo de descubrimiento que comienza, eso sí, con la llegada de Cristóbal Colón a la isla de Guanahani el 12 de Octubre de 1492.